Amo viajar por el mundo y conectarme con la naturaleza. Mi obra está inspirada en paisajes que tuve la suerte de recorrer y en sensaciones que experimento día a día: el reflejo del sol en el agua, las nubes efímeras, las formas de las plantas.

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Estudié Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires, porque sentía y pensaba que mi camino profesional iba por ahí. Empecé a trabajar en agencias y las horas de silla en Microcentro no se me pasaban más. Un día, en 2019, me encontré pintando tres paredes casi simultáneamente, para un proyecto nuevo en Acassuso.

Desde ahí, mi vida cambió por completo. Me di cuenta de cuál era mi vocación y de que pintar superficies grandes, chicas, enchastrarme las manos con colores y conocer gente nueva gracias al arte, me hace sentir plena. Hoy me dedico cien por ciento al arte, disfruto de cada pincelada y de cada persona que se me va cruzando en el camino, y estoy muy agradecida por eso!

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Pinté varios murales alrededor del mundo: la combinación entre viajar y pintar, para mí, es sinónimo de felicidad. Australia, Estados Unidos, Italia y España son algunos de los países donde tuve la suerte de dejar mi huella.

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